sábado, 12 de febrero de 2011

10

Quizás tengas razón, quizás haya tenido demasiado tiempo para decirte lo que siento, quizás sea demasiado tarde, pero créeme que lo intenté, créeme que quise hacerlo, pero no encontré el momento, y tu tampoco lo pusiste fácil. Ha llovido mucho desde aquella última vez, pero para mi sigues aquí como el primer día y ojala supieras como duele. Ojala pudieses sentir la impotencia de mantener vivo el recuerdo de alguien inevitablemente y que este pueda mas que tú. Siempre dudaste de lo que sentía y daría cualquier cosa por que vivieses en tu propia piel por lo que he pasado todo este tiempo. He conocido en mi un sentimiento que ni siquiera yo sabia que existía, por lo menos no con esa fuerza. He descubierto que no necesito tenerte para quererte, que quizás sea esa la esencia del maldito amor, y que quizás sea este el precio que hay que pagar por sentirlo. He comprobado que en el camino encuentras a personas dispuestas a quererte, pero yo solo he sabido ir hacia atrás y he acabado perdiéndolas. Hoy no quiero a nadie que no seas tú. Y no me culpo, ni siquiera te culpo a ti. No me castigo, ni me martirizo por eso. No me da miedo. No albergo esperanzas, albergo recuerdos y puede que ahí prevalezca mi error. Hace tiempo dejé de tener el derecho de estar, que incluso ya sobre en ese lugar, pero que aunque tu no quieras permaneceré siempre, hasta cuando creas que he dejado de hacerlo. Aposté por nosotros y siempre me alegraré de haberlo echo porque en esa etapa de mi vida hiciste que vivir mereciera aún más la pena. Aquí tienes una sonrisa que será siempre para ti, aquí tienes cada momento si algún día te da por recordar, aquí estaré siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario