lunes, 12 de diciembre de 2011

48

Gracias.
Realmente te agradezco cada mentira, cada beso vacío de sentimiento, cada segundo a tu lado mintiéndome a mí misma con un "por fin, le he encontrado". Gracias. Porque hacía mucho que no creía en el amor y cuando apareciste tú, volví a creerme esos estúpidos cuentos. Gracias, de todo corazón por mostrarme, de nuevo, que eran mentira, que el amor no existe, ni es capaz de superar ningún obstáculo. Ahora sé que el amor tan sólo es la necesidad de no sentirse sólo, de querer tener a alguien a tu lado por algún tiempo, el cual puede durar desde una hora hasta el resto de tu vida.
Gracias. Porque tú me has hecho más fuerte con esto, me has hecho indestructible. El amor concede a los demás el poder de destruírte y gracias a ti, ya nadie puede. No sé si alegrarme o guardarte rencor porque he perdido mi inocencia otra vez por ti. Tú has sido quien ha terminado este cuento, que, como todos los cuentos, tan sólo eran falsas palabras que el viento mece a su antojo hasta llevárselas lejos. ¿Por qué no me dijiste que te ibas a ir tarde o temprano? Nunca quise pensarlo y ahora tan sólo quiero que no vuelvas nunca, aunque a veces te eche de menos e incluso me sienta mal por haberte perdido, pero, realmente ¿quién ha perdido a quién? ¿Quién ha perdido más? Si yo tan sólo he perdido mentiras bañadas en una ligera capa de cariño, mientras que tú has perdido un verdadero amor bañado en una ligera capa de distancia; un amor incondicional, un amor que nadie podría quebrar. Pero todo ha terminado y al igual que tú, hoy, por fin he decidido hacer de cuenta que nada paso, que tan sólo fue un sueño, porque cuando despierto por las mañanas es lo que pienso, "tranquilízate, tan sólo ha sido un sueño, él no está aquí" y entonces se van mis ganas de afrontar un nuevo día, pero sé que si el amor existiese jamás te amaría a ti. Después de tanto engaño, creo que, al fin, he descubierto qué o quién eres y no me gusta. No me gusta pensar que las mismas estúpidas palabras que me decías a mí las está escuchando otra, al igual que a ti no te gustará pensar que pueda pensar en ti mientras otro me ame, otro que te da mil vueltas, mi amor, otro que, jamás me mentiría; otro que no eres, ni serás tú nunca. Tal vez por eso esté a su lado, porque no se parece a ti o tal vez porque quiero mostrarme a mí misma y al mundo que tan sólo eres un amargo recuerdo. Y te garantizo que lo eres. Ahora, después de todo, ya no me duele lo que haces, ni mucho menos que lo ocultes. Tu vida es tuya y yo jamás volveré a formar parte de una mentira.
Te quise.
Atentamente: La chica que te entregó su corazón y se lo destrozaste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario